“SE AVECINA UNA CRISIS EN EL
SECTOR CAFETALERO PERUANO”
Si bien el 2011 fue un año
auspicioso para el sector por la gran producción y los elevados precios
internacionales, habiéndose alcanzado un record histórico de exportación de
5´001.219 millones de sacos de 60 kg. y 1´578´498,840 millones de dólar; sin embargo
para la campaña 2012, el panorama es totalmente distinto proveyéndose una caída
significativa de la producción del orden del 30% respecto al 2011, derivada de
factores climatológicos y al periodo cíclico de producción de los cafetos,
aunados a la dramática disminución de los precios internacionales, 36% aproximadamente
menores al promedio del año 2011, originados por la contracción de los mercados
mundiales a los cuales exporta nuestro país (Unión Europea y USA).
Es necesario resaltar que
nuestra producción está mayoritariamente en manos de pequeños productores en
nuestra ceja de selva y otras zonas cafeteras de los cuales el 73% de ellos se
hallan vinculados económicamente a las empresas afiliadas a la Cámara Peruana
del Café y Cacao, los organizados en Asociaciones y Comités alcanzan el 16% y
los afiliados a las Cooperativas Agrarias Cafetaleras el 11% de los volúmenes
exportados durante el 2011.
Frente a este panorama, no
existe de parte del gobierno una política coherente para este importante sector
agropecuario, pese a que el Café representa el 12.6 % del PBI Agrícola Nacional
y cuenta con un nivel de empleo de mano de obra directa e indirecta de
aproximadamente 2 millones de peruanos en toda la cadena productiva.
El Estado Peruano en el
apéndice número 2 de la Ley del Impuesto General a las Ventas (IGV), estableció
la exoneración del pago de este tributo a varios productos agrícolas entre los
que se encuentran el Café y el Cacao, esta exoneración vence el 31 de Diciembre del 2012, lo que implicaría que a
partir del 1º de Enero del 2013, estos productos estarían afectos al IGV.
Es necesario que el Gobierno
entienda, dentro de las políticas tributarias que las producciones del Café y
Cacao se exportan en un 95%; cuyas
facturas comerciales al exterior están exoneradas a dicho impuesto y de ser
gravado en el comercio interno, tendría que generarse toda una infraestructura
para su recaudación y posterior devolución, con el coste que generaría al
Estado y al Contribuyente.
La producción se centra en
zonas de nuestra ceja de selva que son inaccesibles, en las cuales ni siquiera
existe presencia del Estado y concentran a más de 200 mil pequeños productores
que en muchos casos han asumido la producción del Café y el Cacao como un medio
alternativo a la producción de la
hoja de coca. En su mayoría
estos productores no se encuentran formalizados por carecer de títulos de
propiedad de sus tierras, Registro Nacional de Contribuyente (RUC), y tampoco
son sujetos de crédito.
De no continuar con la
exoneración del pago del IGV, las empresas comercializadoras y exportadoras
tendrían grandes problemas de carácter administrativo y tributario,
encareciendo los costos y desalentando la inversión para la siembra de Café y
Cacao como una alternativa económicamente rentable y sostenible a la producción ilícita de hoja de coca.
Dentro de este contexto el
Ministerio de Economía y Finanzas debería de solicitar al Congreso de la
República la emisión de la Norma Legal respectiva que prorrogue la exoneración
del IGV por el máximo plazo legal establecido por la última reforma tributaria,
sin perjuicio que mediante el Censo Agropecuario que está por implementar el
Ministerio de Agricultura se permita la identificación y empadronamiento de
todos los productores agropecuarios y subsecuente formalización, pedido que
viene efectuando la Cámara Peruana del Café y Cacao, hace muchos años.
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