LA JEFATURA DE LA AUTORIDAD NACIONAL DEL AGUA
WALTER
GALLOSO MARIÑOS – ASESOR LEGAL
Una vez más
constatamos, lo relevante que es tener en las instituciones de importancia para
el agro, Jefaturas que sean perdurables en el tiempo y no se hallen sujetos al
devenir político de quien depende su designación; pues conforme a su Reglamento
de Organización y Funciones es la máxima autoridad ejecutiva y encargado de Conducir
la marcha general de la Autoridad Nacional del Agua, dirigiendo la gestión
técnica, financiera y administrativa, cautelando el cumplimiento de sus
políticas, planes y estrategias institucionales, entre otras
funciones.
Estamos ad portas del ingreso de una nueva administración
gubernamental, y por tanto de un nuevo Ministro de Agricultura y
subsecuentemente un nuevo Jefe del Ana; dado que conforme puede verse de los
antecedentes, en el Gobierno que esta por fenecer, el
sector Agricultura, no se ha encontrado como en otros sectores (salud,
relaciones exteriores, educación), una administración estable que posibilite la
articulación de políticas públicas en su respectivo sector, dado que hemos
tenido varios Ministros y con ellos
varios jefes del Ana.
Creemos que esta forma de elegir al Jefe del Ana debe de variar,
atendiendo que es un sector álgido y del
cual devienen una serie de problemas sociales, que la clase política debe
atender y entender, sino solo demos una mirada y todos los reclamos devienen
por problemas del agua; debiendo dotársele a la Autoridad autonomía funcional y
estabilidad en el cargo y no depender
del criterio político para mantenerlo en el cargo.
Si vemos por ejemplo
otras instituciones públicas el Superintendente Nacional de los Registros
Públicos, si bien es cierto es designado por el Presidente de la República a
propuesta del Ministro de Justicia, por un período de cuatro años; sólo puede ser
removido del cargo por incurrir en negligencia, incompetencia o inmoralidad;
estableciendo para ello una serie de requisitos que debe cumplir quien debe
acceder al cargo.
Esto lo planteamos, frente
a la necesidad que existe de tener una Jefatura del Ana perdurable en el tiempo
que articule una política institucional orientada a resolver los problemas que
encontramos para obtener no solo los derechos de agua, sino la gran carga burocrática que conlleva el
poder realizar cualquier gestión en las ALAs, cuyos trámites se hacen
inalcanzables y a veces imposibles generando sobrecostos innecesarios a los
usuarios.
Basado en ello debemos
tomarle la palabra al nuevo Presidente quien en una de sus últimas entrevistas,
dio a entender que priorizará el desarrollo de la agricultura, atendiendo que,
somos un país agrarista y un recurso importante y por no decir primordial es el
agua, cuya autoridad que la administra debe gozar de todas las prerrogativas,
para garantizar a los usuarios que lo
que diga la autoridad se cumpla o se implemente; sino pasará lo de siempre que
ingrese un Jefe bien intencionado como lo hemos visto en el que se halla en funciones,
dinámico y ejecutivo; sin embargo esto solo durará hasta el 28 de julio del
presente año, pues como repetimos el nuevo Ministro vendrá con su Jefe del ANA
a reiniciar lo que ya se inició; es por ello que diremos que en el ANA ni Chana
ni Juana.
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