DEBE EL ESTADO PROMOVER LA ORGANIZACION AGRARIA
WALTER GALLOSO - ASESOR LEGAL
Como habíamos escrito en
artículos anteriores, hoy más que nunca se hace necesario que los agricultores entiendan, sobre todo en
los sectores rurales que para salir del estancamiento económico en el cual se encuentran,
sobre todo los minifundistas o pequeños agricultores es haciendo uso de una herramienta:
“LA ASOCIATIVIDAD ”.
Esta afirmación la efectuamos
dado que, son justamente estos sectores relegados que
dentro del sector agrícola afecta
los diversos modos de inversión en el sector; la informalidad (Tómese como ejemplo el incumplimiento de los reglamentos de siembra,
especialmente en el algodón, que ha ocasionado plagas, enfermedades y
contaminación por exceso de insecticidas; otros ejemplos son la costumbre de no
respetar la siembra por contrato cuando los precios al momento de la cosecha
son mejores que los pactados y la falta de títulos de las tierras que trabajan)[1];
la baja productividad y por el clientelismo político del que ha sido rodeado
por los diversos gobiernos. Todo esto no ha hecho sino obstaculizar el uso
eficiente de la tierra, el mismo que requiere desarrollar mercados eficientes
de venta y alquiler de tierras y, para ello, hacer explícitos los derechos de
propiedad y privatizar el uso de factores como el agua y la infraestructura.
Aunque se estima que hay, actualmente, unos 2 millones de minifundistas, la
última cifra oficial disponible es la del III Censo Nacional Agropecuario de
1994, según el cual hay un total de 1,745, 774 unidades agropecuarias[2].
Teniendo como base este contexto,
veíamos como los distintos gobiernos,
siempre enuncian la promoción de la asociatividad, pero no encontramos una decisión política tendente a implementarla
o en todo caso a promover su
formalización sobre todo de estos sectores que estamos señalando, como si lo
han efectuado otros países vecinos como lo es
Chile, cuyos gobernantes y la
clase económica entendieron que como
resultado de su proceso de reforma agraria (como sucedió con el nuestro) se
generaron unidades económicas de menor
escala lo cual atentaba contra una economía a gran escala como lo es la
agrícola, que requiere de grandes concentraciones de tierra para hacerlas rentables; si bien es
cierto esto es necesario (concentrar tierras), también lo es que los
agricultores como es natural tienden a
aferrarse a sus propiedades, no permitiendo su incorporación al mercado, máxime
que muchas de dichas unidades se encuentran sin título de propiedad ni menos aún inscritas en el Registro Público
de Propiedad Predial.
Frente a este inconveniente,
en Chile, se apostó por la
asociatividad; tal es así que se impulsaron varios programas por
intermedio de la Corporación de
Fomento, quines les brinda un apoyo por
un tiempo determinado hasta que dichas organizaciones puedan
caminar solas; uno de estos proyectos es los PROFOS, que promueven la
asociación de varios empresarios agrícolas para formar una empresa de segundo
piso, que puede ser una comercializadora, una empresa que trabaje con
tecnología que usan todos, una procesadora de materias primas, una empresa de
servicios agrícolas, etc. También se han programado Profos de gestión, que
permiten llevar de manera ordenada y sistematizada los costos de producción. Actualmente
existen en Chile 100 Profos, lo cual implica que aproximadamente 1,000
productores se han asociado para diversos fines.
Algunos de los beneficios de los que gozan los PROFOS son la elaboración
de una oferta exportable competitiva y diversificada; la representación común
de los intereses ante las organizaciones públicas y privadas; y la disminución
de costos de producción, promoción y logística[3].
Dentro de su
política de apoyo al sector el Gobierno Chileno ha creado los Fondos de
Asistencia Técnica (FAT) (que permiten a los productores, individual o
colectivamente, conseguir consultoría o asesoría en temas muy puntuales como
riego, gestión empresarial, etc;); El programa de desarrollo de proveedores
(PDP) (propicia la asociatividad entre una agroindustria y sus proveedores y
permite realizar una agricultura de contrato, que es una de las maneras de
enfrentar la incertidumbre del mercado, la fluctuación de precios, etc.); Apoyo
al Fortalecimiento y Creación de Organizaciones Gremiales (Este instrumento
comprende el conjunto de proyectos y acciones destinadas a incentivar y apoyar
el fortalecimiento y la creación de organizaciones gremiales del sector micro y
pequeño empresarial); Programa de Acceso al Crédito (PAC) (Conjunto de
proyectos y actividades destinados a promover y facilitar a las empresas MIPE,
el acceso al financiamiento formal (créditos, subsidios y otras formas de
financiamiento) ). Todos estos proyectos lo podemos apreciar en su página
Web http://www.tramitefacil.gov.cl; y visitando una serie de sites, en los cuales nos podemos informar con mayor
profundidad como vienen funcionando
estos programas que dependen directamente del MINISTERIO DE ECONOMÍA, FOMENTO Y
RECONSTRUCCIÓN: Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC).
Visto desde esta
perspectiva, ahora que en las arcas fiscales existe grandes cantidades de recursos económicos que
de repente serán dilapidados en las distintas licitaciones que hace el Estado
en sus reparticiones, porque no emular la experiencia chilena y el Estado
asuma una verdadera política de fomento y apoyo a las organizaciones
agrarias, dotándoles de los recursos económicos y propendiendo una
legislación que haga viable su desarrollo consolidando este sector económico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar tu comentario a continuación