¿DEBEMOS RESTAURAR LA LOS JUZGADOS AGRARIOS EN EL PERU?

¿DEBEMOS RESTAURAR LA LOS JUZGADOS AGRARIOS EN EL PERU?

WALTER GALLOSO MARIÑOS – ASESOR LEGAL -   985105276

Esta pregunta, ha sido formulada a la Comisión Consultiva de Derecho Agrario y de Aguas del Colegio de Abogados de Lima, de la cual me honro en ser parte, atendiendo que desde la época del fujimorismo, en la década del noventa se desarticuló la justicia agraria, que venía operando desde el año de 1969, el cual estaba estructurado en los Juzgados de Tierras  y como segunda instancia los Tribunales Agrarios; sin embargo pese a estar regulado en la Ley Orgánica del Poder Judicial en sus artículos 35° ( la Sala de Derecho Constitucional y social conoce (…) casación en materia agraria); art. 43° (reconoce la existencia de las Salas Agrarias y delimita sus competencias); y en su artículo 52° (regula la existencia de los Juzgados Agrarios y ámbito de competencia).

Bajo este contexto, si nosotros observamos la realidad económica del Perú, se dibujan nuevos escenarios en los cuales justamente y en forma contradictoria a la decisión política tomada por los reformadores de la estructura judicial, el desarrollo económico del sector agrario comenzó a tener auge a partir de dicha época, llegando a la actualidad una trascendencia mayor por los propios actores que participan en dicho proceso, los cuales desean resolver los conflictos especiales que se generan en dichas relaciones, buscando que la administración de justicia sea inspirada en los principios de inmediación( vinculación personal del Juez con lo sujetos y elementos que intervienen en el proceso); doble instancia ( se simplificaría a dos Juzgados agrarios y Tribunal Agrario);  Economía Procesal ( ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo); concentración ( acumulación de actos procesales bajo la forma de audiencia); celeridad procesal (Plazos perentorios e inimpugnables); y gratuidad ( en beneficio de de campesinos, comunidades campesinas, y empresas desvirtuada por el proceso civil derivado de las tasas).

La comunidad internacional, ha venido efectuando una serie de recomendaciones de organismos y expertos internacionales sobre la conveniencia de establecer órganos jurisdiccionales independientes, que se expresan desde la reunión de CEPAL de 1969; Conferencia Regional de la FAO para América Latina, de 1979 (…  que adecuen su ordenamiento jurídico estableciendo medios procesales y jurisdiccionales que reúnan en un solo sistema las cuestiones litigiosas relativas al Derecho Agrario)  y el Congreso Internacional  de Derecho Agrario, 1976 ,, Asunción – Paraguay (“… los Estados deben dar prioridad a la implementación de un fuero agrario especializado que implique una reforma de los procedimientos…”); en el ámbito latinoamericano, tenemos que existe la Justicia Agraria en  Bolivia, Colombia, Venezuela, Costa Rica, México y República Dominicana.

Por otro lado debemos de señalar que el Grupo de Trabajo que elaboró el “Plan Nacional  de Reforma Integral de la Administración de Justicia” Elaborado por el CERIAJUS el 2003, en su ponencia relacionado al tema agrario señala: “No cabe duda alguna de la necesidad de un orden jurisdiccional propio para definir la litigiosidad agraria. El Derecho Agrario tiene un objeto de estudio definido y principios particulares que merecen un trato diferenciado frente a otras disciplinas jurídicas – especialmente el derecho civil - . Por lo demás la actividad agraria en el Perú es bastante significativa y por tanto la litigisiodidad en esta materia merece una cobertura institucional judicial ad hoc.”

Atendiendo lo antes expuesto, creemos que se debería de apoyar al Colegio de Abogados de Lima, por intermedio de su Comisión Consultiva, en lograr la implementación de la justicia agraria, la cual deberá enfocarse a atender todas los conflictos que se generen y que ahora son causantes de conflicto, como son los problemas del recurso hídrico, laborales, penales, civiles y comerciales entre otros; dada la naturaleza especial de estas, y sean jueces especializados lo que busquen lograr la paz social que requiere nuestra sociedad para seguir avanzando.