COMENTARIOS AL
DISCURSO PRESIDENCIAL DEL PRESIDENTE OLLANTA HUMALA, SOBRE AGRICULTURA.
WALTER GALLOSO - ABOGADO
Revisando en forma minuciosa el
mensaje Presidencial, dado por el señor Presidente Ollanta Humala el 28 de
Julio al momento de asumir el mando y por tanto obligado por mandato constitucional, a pronunciar los
lineamientos a ser implementados en su periodo presidencial, nos ha llamado la
atención que en lo relacionado a la Agricultura no existe un lineamiento de una
Política de Estado; sino que ha reducido el problema agrario a uno de sus sectores al mencionar : “ Los campesinos del Perú y, en general los
pobres del campo, serán objeto de prioridad. AGROBANCO captará recursos para el
otorgamiento de créditos a la agricultura familiar, y estableceremos módulos de
desarrollo agrario accesibles a las distintas formas de asociaciones agrarias y
de productores.”
Si bien es cierto es uno de los sectores que
debe tener prioridad por el Estado; sin
embargo, si revisamos la economía agraria, podemos distinguir desde mi
particular punto de vista hasta tres grandes sectores claramente definidos: La
agricultura de la agroindustria y de la agro exportación; la pequeña y mediana
agricultura (orientada básicamente a satisfacer el mercado interno de alimentos
– llamada seguridad alimentaria) y la agricultura del auto consumo (campesinos
empobrecidos y reducidos a pequeñas unidades agrícolas); todas y cada una de
ellas con realidades totalmente distintas y necesidades a atender, lo cual debería ser orientado en una política de
Estado de largo plazo y no con políticas de gobierno que son cortoplacistas y
solo orientadas a paliar el día a día. El problema del campesino pobre no es el
de endeudarlo a través de préstamos,
sino generar condiciones para capitalizarlo (sino seguiremos siempre
promoviendo normas como el PREDA); es decir capitalicemos el campo no lo
endeudemos.
Es por ello que queremos
rescatar el contenido del Decreto Supremo Nº 072-2006-AG, de fecha 17 de diciembre del 2006, a mérito del cual “APRUEBAN
LINEAMIENTOS DE POLITICAS DE ESTADO PARA EL DESARROLLO DE LA AGRICULTURA Y
LA VIDA RURAL
EN EL PERU”;
que establece como visión al 2021 “Tener
un sector agrario y un medio rural íntegramente desarrollado, productivo y de
alto valor agregado, posicionados en los
mercados mundiales y nacionales con productos inocuos, ecológicos y
biodiversos, obtenidos con una gestión participativa pública y privada,
descentralizada, moderna y competitiva y con respeto al medio ambiente, base
del crecimiento y desarrollo económico y
social del Perú”.
Es
por ello que dentro
de los lineamiento de políticas sectoriales, el
Estado debe fomentar “modelos asociativos innovadores que
generen incentivos y respuestas ante la demanda de mercados globales” y que
a su vez se hallan dentro del concepto valor
de la innovación enfocado a reducir
costos de producción, incrementar la productividad, mejorar la rentabilidad,
obtener calidad y desarrollar productos con valor agregado.
Basado en lo antes expuesto; por
ejemplo porque no revalorar lo que se efectúa en las zonas alto andinas para
resolver el problema del campesino pobre fortaleciendo e incentivando la
formación de los YACHACHIQS, promovidos por Sierra Productiva y no dejar que
ello dependa de la cooperación internacional; derivando la inversión pública,
para generar una fuente durable de riqueza y no en programas inocuos que lo
único que consiguen es despilfarrar los
recursos públicos o creador de actos de corrupción.
Por otro lado, se debe de
resolver el manejo de la Autoridad Nacional del Agua; dotándole de un conductor
que no dependa de criterios políticos, sino que quien lo dirija sea quien
oriente una política sólida y permanente
que garantice y otorgue seguridad jurídica a quienes invierten en el agro,
administrando y facilitando el uso racional del agua y potencializando e
incentivando la reconversión de los sistemas de riego; mejoramiento de canales,
construcción de represas que permita recuperar el agua que se vierte al mar en
épocas de avenida, entre otros; pues como lo reconoce el propio Presidente,
que: “ Buena parte de los conflictos del
planeta se deben a la carencia de agua. No es posible que el Perú que queremos
construir no desarrolle una política de aprovechamiento soberano de los
recursos naturales, una política que garantice la explotación racional y
equilibrada del agua, la tierra, los bosques, la biodiversidad, el gas y los
minerales. Esos recursos de todos los peruanos contribuirán a la eliminación de
la pobreza y la desigualdad. Se alentará la actividad privada sobre los
recursos naturales, pero estos serán explotados en condiciones de respeto a las
poblaciones, a los trabajadores y al medio ambiente.”Para lo cual
coincidimos en que debemos salir del
“(…)abandono de los políticos y de un
Estado insensible, burocrático y centralista. Un Estado que le ha dado la
espalda al interior del país, un Estado que sufre de “mal de altura o soroche”
y que se niega a subir los andes y extenderse en nuestra Amazonía.”
Basado en ello creemos que el Estado debe devolver su mirada hacia
el campo y plantear una política de estado que busque resolver y desentrañar
sus contradicciones, lo cual nos conlleve que
se entienda claramente a distinguir
y darle atención a los sectores claramente identificados en la
agricultura de hoy, pues no podemos negar la existencia de una agricultura de
carácter empresarial orientada básicamente a la agro exportación y la
agroindustria; otra orientada al mercado interno y una
dedicada al autoconsumo; siendo así
que sector agrícola deberá tener la atención del Estado?.
Darle respuesta a esta pregunta
determinará la orientación de las políticas estatales, las cuales deben salir
de ser meramente asistencialistas, y orientarse a un apoyo real y efectivo a la
pequeña y mediana agricultura ( no es posible por ejemplo que en las zonas alto
andinas todos los años estemos haciendo colectas para resolver el problema de
las heladas, cuando el estado podría promover la creación de galpones que
pudiesen guarecer a sus animales y protegerlos de las heladas, incentivar la
creación de invernaderos para producción de forraje haciendo uso de los
sistemas hidropónicos, etc.); más aún vemos que en nuestro país se potencia el
boom de la gastronomía, que podría garantizar un mercado interno con un buen
retorno hacia la economía campesina orientada hacia la producción orgánica de
alimentos entre otros, lo cual permitiría la formalización de las relaciones
económicas en el campo, y la presencia del Estado con seguridad social, derecho
a una pensión, energía eléctrica, agua y desagüe, buena educación y salud y
generar que nuestros agricultores se
capitalicen, ¿Por qué nos resistimos a trasladar la riqueza al campesino? O es
que siempre queremos tener un Estado paternalista, asistencialista y
clientelista para tener votantes cada cinco años en estos sectores?; de
nosotros dependerá que veamos el futuro con optimismo y contribuyamos desde el
lugar que nos toca ocupar en empujar el carro y no bajarle las llantas .
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar tu comentario a continuación